LO QUE PIENSAS DETERMINA LO QUE SIENTES Y HACES.

 

La vida nos transcurre y no siempre estamos conscientes de cuanto lo nuestras pensamientos participan en nuestra vida emocional y en nuestro comportamiento. Pero es simple. Cuando nos sentamos a ver la TV, cada comercial intenta inocularnos una idea. Si bien como adultos estamos mas preparados para ignorar alguna que otra oferta, fíjense que los niños no. Cuando les anuncian McDonald, quieren que lo llevemos al más cercano. Ni se diga de los juguetes (Nerf) o de los video games. Cuando les decimos que no, sus reacciones emocionales nos dejan perplejos. Por eso los padres de otras épocas y en la nuestra, nos repiten y repiten sus pensamientos, sus ideas y valores, los cuales luego viven  con nosotros por muchos años. Ejemplos: “No cojas lo que no es tuyo”, “no hagas a otro lo que no te gusta te hagan a ti” y muchos otros mas. Generalmente crecemos con un almacén de ideas que guían lo que hacemos. No siempre, nuestro sistema de ideas esta organizado ni es tan abundante como para que sea nuestra filosofía de vida. ¡Ojala fuera así!  En consulta, hemos entrevistado a muchas mujeres, que reportan que sus padres no le dedicaron tiempo a prepararlas para la menstruación, el matrimonio, el sexo o sobre el espinoso tema de la muerte. .Todos son importantes y se enfrentarían mejor si todos tuviéramos un sistema de ideas coherente y objetivo, para cada una de estas situaciones. Es más, ya es hora que se hable sobre el divorcio a las futuras generaciones, porque cada día crece el número de parejas que se separan y de niños que sufren las consecuencias. Por lo menos, ya se ha establecido una clase de 4 horas a los que toman esta decisión y tienen descendientes. Insisto, que necesitamos una importante asignatura en las escuelas, a la que he llamado Vida, aunque pudiera tener otro nombre. Lo importante es que no solo nos preparen a los hijos para trabajar, sino también para conocer sobre temas que van a enfrentar en su diario vivir.  Los jóvenes y adultos, estamos a tiempo para revisar si estamos preparados para elegir la persona con la cual pensamos contraer matrimonio, si lo estamos para la perdida de un ser querido, para vernos sin trabajo y sin recursos económicos para sobrevivir  nosotros o la familia, para la desilusión que nos puede causar un viejo amigo, para enfrentar una terrible enfermedad, la soledad o la vejez. Todo esto me recuerda una indiscutible verdad: “ las ciencias han avanzado en la medida que se ha hecho preguntas que se han podido responder” . A lo que yo digo, “que el hombre ha avanzado en la medida que se ha hecho preguntas que ha podido responder”.  Muchos ni se preguntan. Muchos se han detenido en el tiempo. A muchos les coge de sorpresa situaciones que siempre han existido en la Historia del ser Humano.